domingo, 31 de marzo de 2013

La Manera Fácil de criar a los Hijos con Ho'Oponopono - por Mabel Katz



Texto traducido libremente del inglés, por Tahíta ...desde el Blog de Mabel Katz

Ser padres puede ser más fácil de lo que piensas, sin duda más gratificante y eficaz, si recuerdas un par de verdades.
 Ho'oponopono, una antigua forma de resolución de problemas, nos enseña que nuestras experiencias y recuerdos nublan la conciencia de quienes somos realmente, y cómo podemos crear la vida que queremos. A medida que nos hacemos mayores y con cada día que pasa, adquirimos preocupaciones, miedos e inseguridades, que crean las creencias limitantes basadas en juicios y opiniones. En última instancia, nos separamos de lo que realmente somos, y comenzamos a perder nuestra conexión con la naturaleza y el universo  (nuestra fuente pura).
 Preocupaciones, miedos, inseguridades, juicios, opiniones y creencias, son sólo los "errores" y Ho'oponopono nos pueden ayudar a eliminarlas. 
 Ho'oponopono es como la tecla de borrar en el teclado de nuestro ordenador.
 La mayoría de los problemas y las dificultades que tenemos con nuestros hijos están controladas por nuestros recuerdos. Muchos de estos problemas son creados por programas en nuestro banco de memoria, apretamos el “play”, aparecen en nuestros monitores, y  luego lo trasmitimos a nuestros niños de cierta manera. Nuestras reacciones son sólo recuerdos que se repiten.
Una forma de borrar los recuerdos que crean problemas (errores) con Ho'oponopono, es diciéndoles "gracias" (pulsando la tecla de borrar) en lugar de resistirse a ellos (hablando con el monitor).
 Mi maestro, el Dr. Ihaleakala Hew Len, con quien estudié con durante 12 años, siempre dice que es más fácil enseñar a una silla a  hacer Ho'oponopono que enseñar a la gente, porque la gente piensa (intelecto). Siempre estamos pensando, comparando y contando  historias. Siempre estamos tratando de entender!
 Me parece mucho más fácil enseñar este concepto a los niños. No complican  las cosas con racionalización innecesaria, ni sienten la necesidad de entender todo, como nosotros! Los  niños que participan en mis entrenamientos han sido el mejor regalo para mí. Los  niños son mucho más honestos con sus sentimientos, porque todavía no han adquirido todos los recuerdos que los controlan.
 
Cuando le digo a los niños, "Sólo puedo decir 'Gracias' y luego dejar ir," los niños van por su camino alegremente saltando y saltando, repitiendo: "Gracias". Cuando le digo a los adultos que digan "gracias" y luego dejen ir ", los adultos preguntan:" ¿Cómo se dice gracias? ¿Tengo que decirlo? ¿Necesito sentirlo? ¿Tengo que pensar en algo cuando dice que "Siempre estamos tratando de entender, pero no hay nada que entender;?. ..sólo tenemos que hacerlo (basta con pulsar la tecla de borrar) Los niños no tienen que analizar todo, simplemente lo hacen
 ¿Crees que tus hijos están a Tu disposición para enseñarles, para decirles lo que es correcto y perfecto para ellos? De hecho, ellos son sus gurús y han venido a enseñar. Ellos están aquí para darte una oportunidad de borrar esos programas. Si no sabes lo que es correcto para tí, ¿cómo puedes saber lo que es correcto para ellos?
 No hace mucho, una mujer vino a mí después de una conferencia y me dijo que su hijo quería decirme algo. El niño tenía 8 años, y me dijo: "Le dije a mi madre:" Gracias por traerme. Voy a practicar esto, así que voy a tener menos problemas cuando crezca. "Entonces la madre me consultó sobre un problema que ella tenía. Quería mi consejo. Así que miré a su hijo y le pregunté: "¿Qué le dirías a tu madre?" Y dijo el muchacho, "Me gustaría decirle que no se preocupe tanto, que no se lo tome tan en serio." Entonces le dije a la madre, "La próxima vez que tengas  un problema, pregúntale a tu hijo!"
 Tus hijos han llegado a Tu vida para mostrarle lo que necesitas  trabajar. No tengas miedo de resolver tus problemas con ellos. Te  sorprenderás de su conexión con la inspiración y lo sabios que son. Ellos realmente saben mejor, porque son más puros y reales con sus sentimientos y pensamientos. Ellos simplemente están esperando por nosotros!
 Los niños te  observan mas de lo que te escuchan . El amor propio y la aceptación de uno mismo son esenciales para nuestro bienestar. Lo mejor que podemos demostrar es que nos amamos y aceptamos a nosotros mismos tal y como somos. Este es el mejor regalo que puedes darle a tu hijo, y esto le ayudará a evitar buscar  amor y aceptación en el mundo exterior, como hicimos nosotros.

El amor es el viento bajo tus alas. ¡Tienes que amarte a ti mismo, ser feliz y dar el ejemplo. Padres amorosos crean niños amorosos, y los niños amorosos crean un mundo amoroso.
Después que  desperté a esta verdad (yo era muy escéptica y cerrada de mente antes), le dije a mis hijos:
"Saben?... puede ser felices ahora,  no tienen que esperar, como yo." También les enseñe que en el amor se pusieran en primer lugar . Mira, me doy cuenta de que esto suena egoísta, pero  cuando haces algo por los demás, o pones a otros primero (incluso a los niños),  eso no funciona…y no va a funcionar para ellos. Cuando estás bien, tus hijos están bien. No es al revés. La era de sacrificio ha terminado. ¡Tienes que despertar. Porque cuando estás feliz tus hijos serán más felices. No se les puede dar lo que no tenemos.
 ¿Te gustaría saber cómo comunicarte con tus hijos de manera efectiva? Todo lo que necesitan saber de ti es: "Te amo, gracias por estar en mi vida." Y el mejor momento para decirselo  es cuando están durmiendo, y su mente subconsciente puede oírte. Al hacer esto, tus palabras van directamente a sus corazones. Aunque tu hijo ya no viva contigo, habla con él o ella cuando sabes que están durmiendo! Obtendrás resultados mucho mejores.
Y, si no tienes ganas de decirlo en voz alta, también se puede repetir mentalmente, cada vez que pienes en ellos o te sientas propenso a  reaccionar por algo. Funciona incluso si estás haciendo rechinar tus dientes con ira. Recuerda, estás simplemente pulsando la tecla de borrar, por lo que se puede hacer mentalmente, y funciona incluso si no lo dices  con un significado ,en cualquier momento
Al hacer estas cosas,  puedes relajarte, ya que le estás dando a quien les conoce mejor, el permiso para cuidar bien de ellos. No sabes muy bien lo que tus hijos han venido a hacer, y / o experienciar en esta vida. Aprecia su existencia, y lo que han venido a dar, y todos obtendrán beneficios inconmensurables.
Cada vez que dices "gracias" o "Te amo" (incluso mentalmente) en lugar de  reaccionar, tratando de controlar, y preocupante, le vas a poner a tus hijos en manos de Dios( Divinidad, Universo, Espiritu), para guiarlos y protegerlos.
Los niños son el futuro, y podemos cambiar el mundo ayudando a que nuestros niños conserven su alegría,autoestima y  auto-aceptación.
Y, enseñándoles que están bien tal y como son, que poseen talentos únicos, y que está bien ser diferente.
Tengo la esperanza de que un día la infelicidad humana sea una excepción, no la norma. 
Creo en mi corazón que esto es posible, y que con Ho'oponopono, podemos llegar a que así sea.

Por Mabel Katz

sábado, 30 de marzo de 2013

Hay que vivir la vida terrestre del mismo modo que las plantas



Cuando Jesús decía: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», hacía una distinción entre los valores materiales, terrestres, y los valores espirituales, pero no preconizaba abandonar el mundo para volverse únicamente hacia Dios. No es cuestión de abandonar la tierra durante todo el tiempo que estemos en ella. En esta tierra solamente debemos poner nuestros pies y mantener nuestra cabeza en el cielo, es decir, poner la sabiduría y el amor en todas nuestras actividades, para que cada una de ellas nos acerque al mundo divino.
Tenemos una misión que cumplir en la tierra. Esta misión consiste en manifestar a Dios en cada cosa. Hay que vivir la vida terrestre del mismo modo que las plantas: ellas permanecen fijas en la tierra, pero la transforman y la hacen evolucionar. El hombre no solamente no debe abandonar la tierra, la materia, sino que debe concentrarse en ella para transformarla. Las plantas nos revelan cómo no abandonar la tierra, mientras se dirigen hacia el cielo. Ésta es una lección más que nos da la naturaleza.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov

jueves, 28 de marzo de 2013

El peligro de despertar las energías prematuramente



tantra
“Como actualmente las ciencias ocultas están de moda, se encuentran en las librerías muchos libros sobre el tantrismo, pero que presentan métodos peligrosos para un público que no está en absoluto preparado para comprenderlos y aplicarlos. Es verdaderamente preocupante ver con qué inconsciencia algunas personas se imaginan que, tras algunas lecturas, pueden despertar la fuerza Kundalini. Esta fuerza es fuego, una energía fulminante, y aquél que no se ha preparado durante largo tiempo para esta irrupción en él, puede perder la razón o incluso la vida. Es por ello que hay que ser prudente y no lanzarse a hacer experiencias que pueden provocar graves trastornos físicos y psíquicos.
Aquél que no se ha ejercitado durante largo tiempo en el dominio de sí mismo, que no se ha purificado, en lugar de dirigirse hacia lo alto, la fuerza Kundalini desciende y despierta, en el plano astral inferior, chacras que no se mencionan en los libros hindús. Y entonces, todo lo que hay de tenebroso en él se desencadena, no sólo el instinto sexual, sino también la necesidad de dominar, de destruir se apodera de él y se convierte en un verdadero demonio. Hay que saberlo: la Inteligencia cósmica ha colocado en el cuerpo humano centros de energía de una potencia inaudita que es peligroso despertar prematuramente. “
Omraam Mikhaël Aïvanhov

Fuente:http://angelesamor.org/varios/el-peligro-de-despertar-las-energas-prematuramente.html

lunes, 25 de marzo de 2013

Trabajad sobre la atmósfera psíquica



TUS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS TAMBIEN CONTAMINAN 


Cada vez con más frecuencia, la gente se queja de que el aire está contaminado: los humos de las fábricas, el gas de los tubos de escape de los coches y la multiplicidad de productos tóxicos que contribuyen a envenenar la atmósfera... Es cierto, pero, ¿qué podemos decir entonces sobre la atmósfera psíquica de la tierra?

La mayoría de los humanos, que viven sin luz, sin amor, sin tener conciencia de sus responsabilidades, pasan su tiempo expandiendo a su alrededor pensamientos y sentimientos tan sombríos, viciados y malsanos que la atmósfera de la tierra se parece a un pantano donde pululan una gran cantidad de bichos que arrojan sus desechos y excrementos en el mismo estanque donde otros deben respirarlos y absorberlos. Sí, esta es la triste realidad: una ciudad no es más que un pantano donde todos los humanos derraman sus angustias, sus celos, sus odios y todos los deseos insatisfechos. Si fueran un poco más clarividentes, verían formas horribles, negras, pegajosas, que surgen de determinadas criaturas y se acumulan en las capas de la atmósfera. Pero incluso, aun sin ver nada, no se puede evitar sentir la existencia de una capa densa, pesada y tenebrosa sobre las ciudades.

Aunque el mundo entero se movilizara para combatir la polución del aire, del agua y de la tierra, ello sería aún insuficiente, ya que en el mundo psíquico también se propagan gases de los tubos de escape, humos, productos tóxicos que están asfixiando a la humanidad. Muchas de las actuales enfermedades se producen no sólo debido a la polución del aire, del agua y de la comida,
sino también a la polución psíquica. Si la atmósfera psíquica en la que están inmersos no estuviera tan polucionada, los seres humanos conseguirían neutralizar todos los venenos exteriores. El mal se encuentra principalmente en el interior. Cuando internamente os sentís fuertes y en armonía con vosotros mismos y con los demás, es como si corrientes de energía os traspasaran, rechazando las impurezas incluso en el plano fisico, y, de esta forma, el organismo puede defenderse mejor.

Primero se es vulnerable interiormente y, poco a poco, el mal acaba manifestándose también en el exterior. Tenemos un ejemplo de ello en los médicos y en las enfermeras: algunos de ellos que tenían un hígado en perfecto estado y una sangre muy pura, vivieron, sin contaminarse, entre gente que padecía las peores enfermedades contagiosas. Otros, sin embargo, que incluso huyeron para no enfermar, se contagiaron. Sí, porque permitieron la entrada de impurezas en su interior, y las impurezas son siempre un buen alimento para los microbios y los virus. La pureza de la sangre, al igual que la de los pensamientos y sentimientos, rechaza la enfermedad. Mientras que si el mal ya ha penetrado en los pensamientos, en los sentimientos, en el corazón, en los deseos, queda una puerta abierta, y ¡qué fácil le resulta entonces a ese mal descender hasta el plano fisico!

A partir de ahora, es preciso que tengáis conciencia de la existencia de esta atmósfera psíquica. Si la gente se preocupara de producir menos miasmas y trabajase en llenar el espacio con pensamientos puros, luminosos, benéficos, teniendo en cuenta que nada es estático si no que todo se propaga, estas ondas purificadoras serían una bendición para la humanidad. Pero, ¿dónde están los seres luminosos que quieran hacer este trabajo? No hay muchos; la gente está ocupada en satisfacer sus propios deseos, sus codicias e intenta triunfar a toda costa, a puñetazos, a dentelladas, a patadas. Estas armas son utilizadas en todas partes, para abrirse camino, y esta actitud resulta muy cara para la humanidad, ya que la atmósfera es atravesada por ondas caóticas y emanaciones malsanas. Si existiesen en el mundo suficientes seres luminosos que con su forma de vivir trabajasen para purificar, en primer lugar, su atmósfera espiritual, poco a poco, otros seres, atraídos por el ejemplo, harían lo mismo. Es por ello por lo que tan a menudo os hablo de la necesidad de crear con el pensamiento, allá donde vayáis, una atmósfera límpia, armoniosa, fraternal, con el fin de que la tierra sea un día como un jardín florido en donde todos vivan felices.


Omraam Mikhaël Aïvanhov


Leer más: http://www.cienciacosmica.net/news/trabajad-sobre-la-atmosfera-psiquica/

Omraam Mikhaël Aïvanhov : El Deber de ser Feliz



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¡Cuánta gente se queja de la soledad!. Pues bien, deben saber que han sido ellos quienes han creado esa soledad en sí mismos, en su cabeza. En realidad, nunca se está solo. Y, ¿por qué entonces se sienten solos? Porque no tienen demasiado amor. Ellos os dirán: “¡Pero cómo, si tenemos demasiado amor, no hacemos más que soñar con el amor!” Precisamente ahí está su error, sueñan con el amor, esperan el príncipe o la princesa de las Mil y Una Noches y por eso se sienten solos: porque esperan el amor en lugar de buscarlo en ellos mismos. El amor que se espera, nunca llegará. No hay que esperar que el amor venga del exterior, el amor está dentro de, nosotros. Dejad que salga, que se manifieste porque sólo así lo encontraréis realmente.

Nunca estamos solos: todo el universo nos escucha. Todas nuestras palabras, todos nuestros gestos tienen eco. Por ejemplo, si cuando salís de vuestra casa, por la mañana, sonreís al mundo entero, saludáis a toda la creación diciendo: “Buenos días, buenos días, buenos días”, no os sentiréis solos durante el día, porque desde todos los rincones del espacio llegarán hasta vosotros voces que os contestarán haciendo eco: buenos días, buenos días, buenos días… Los humanos salen de sus casas encerrados en sí mismos: ven y oyen a los demás a su paso, pero nos los miran, ni los escuchan. ¿Por qué no recordar que el mundo entero está habitado por criaturas que merecen que se les mande un pensamiento, buenos deseos: la luz, la paz, la alegría… ¿Tan dificil resulta abrirse, sonreír, dar el primer paso? Siempre esperan que sean los otros quienes lo hagan, y en la espera, se lamentan porque se sienten solos.

Empezad desde hoy a cambiar de actitud y veréis como ya no os sentís solos. Diréis: “Si, pero la gente que por todos lados nos encontramos, en la calle, en los almacenes, en nuestro lugar de trabajo, no nos inspiran, y por otro lado, si nos mostramos con ellos tan abiertos, no nos comprenderán”. Es verdad, hay gente que no os comprenderá; si les saludáis, si les sonreís, dirán: “¿Qué le ocurre a éste?” Pero solo algunos se mostrarán incapaces de comprenderos, habrá muchos otros que os comprenderán y se sentirán felices. Además, ¿Acaso vivimos sólo para la gente con la que nos encontramos? No, vivimos para toda la creación, y en las regiones invisibles existen numerosas criaturas que sabrán apreciar vuestro amor, y esto es lo esencial.

Incluso, ¿por qué no aprendéis a mirar de otra forma menos superficial, a toda esa gente con la que os cruzáis y que nada os inspira? Siempre os fijáis en la apariencia, y es cierto que a menudo no es muy agradable. Pero los humanos no son sólo lo que aparentan, cada uno tiene también un alma, un espíritu, e incluso si esta alma y este espíritu raramente se manifiestan, están ahí y tienen siempre la posibilidad de aparecer y expresarse. No demuestra ser inteligente quien observa a los humanos de forma tan superficial. Un sabio sabe que los hombres y las mujeres son hijos e hijas de Dios, y con esta idea trata a todos los seres. Este es un trabajo creativo que realiza, ya que, de esta forma, desarrolla el lado divino de todos aquellos que encuentra… y se siente feliz. Creedme, la mejor manera de actuar con los demás, es descubriendo sus cualidades, sus virtudes, sus riquezas espirituales y concentrarse en ellas.

Descubrir los defectos de la gente no tiene ningún mérito, es demasiado fácil; además, es algo que todo el mundo hace… A partir de ahora, intentad prescindir de los detalles no demasiado virtuosos, y en cambio haced hincapié en el principio divino existente en cada ser. Sí, ¿por qué no tener sentimientos sagrados para aquello que en el hombre es divino, inmortal y eterno? Es así como realizaréis un buen trabajo sobre vosotros mismos y ayudaréis también a los demás.

Mientras que si tan sólo os ocupáis de sus defectos, os perjudicáis, porque absorbéis sus suciedades y, además, impedís que ellos evolucionen. y ¿cómo queréis después no sentiros solos?

Criticando a los demás, subrayando sus defectos, no hacéis más que cavar un foso entre ellos y vosotros. Cuando sepáis, a través de vuestra alma y de vuestro espíritu, entrar en relación con todas las almas y todos los espíritus de la tierra, cuando lo mejor de vosotros mismos descubra lo mejor de los demás, entonces ya no os sentiréis solos.

Omraam Mikhaël Aïvanhov
EL DEBER de SER FELIZ

viernes, 22 de marzo de 2013

LOS SANADORES DE ALMAS


EL SER UNO - 


 
 
LOS SANADORES DE ALMAS
 
¿Es posible equilibrar el electromagnetismo humano con técnicas de curación, estabilizando los Centros Energéticos? Si, es posible – respondió el hermano Seramita - siempre y cuando el sanador y el enfermo trabajen juntos para llegar a estabilizar los Centros Energéticos - ¿Qué significa? – Preguntó el hermano Seramita – Ustedes todo lo arreglan con imponer sus manos, curar a distancia, meditar, rezar, elevar el pensamiento e inclusive ingerir plantas alucinógenas, creyendo que todos esos métodos resultarán en magia y milagros. 
 
Estas creencias ya están obsoletas. La Nueva Era de Acuario demostrará, que los Maestros, Curadores, Representantes de Dios, Gurús y Guías espirituales - DESAPARECERÁN –  para dar paso a los: SANADORES DE ALMAS… ¿Por qué? Porque ustedes comprenderán que cada uno es responsable de sí mismo y si no ponen de su parte, nada ni nadie podrá hacer algo por ustedes – veámoslo así – continuó el hermano Interano – Hace muchos años atrás, comenzaron a despertar porque algunos seres lo hicieron y ellos a la vez, transmitieron sus enseñanzas, pero la comunicación verbal o escrita de ellas, no se hicieron de acuerdo a las enseñanzas cósmicas, se hicieron a imagen y semejanza del “Maestro” cuyo EGO no había sido trabajado, al contrario siempre fue ensalzado y enaltecido por sus seguidores y adeptos. 
 
Las enseñanzas cósmicas indican lo siguiente: “NADIE ES MAESTRO DE NADIE, TODOS SON MAESTROS DE TODOS”… Los títulos y jerarquías que ustedes impusieron en esta etapa de egos y maestrías, desvirtuó las verdaderas y auténticas enseñanzas de Luz – continuó el hermano Interano – eso significa que para trascender: Cada uno de ustedes deberá ser su propio sanador y estabilizador de su electromagnetismo.
 
EL SER UNO les dice: Acabaron las etapas de ser: Adeptos, seguidores, rezadores; acabó la veneración, adoración, apegos, devoción y más de: EL HOMBRE POR EL HOMBRE – calló un momento y prosiguió – y cuando decimos “Hombre” nos referimos a todo lo que tenga imagen y semejanza de él. El Hijo-Pensamiento no fue creado por el Principio Único para que lo venere o adore, él fue creado para ser su brazo derecho, su ayudante, sus ojos y brazos y para ser tan creador como su padre. Por lo tanto, ustedes pueden ser sus propios sanadores y transformadores de sus existencias. Libérense de lo que los ata, sean libres. No vean la LUZ lejos de ustedes, porque ustedes son la LUZ.
 
¿QUIÉNES SON LOS SANADORES DE ALMAS?
 
Son aquellos que han curado su alma y enseñan a los otros para que se curen así mismos.  Son los verdaderos transmisores de las enseñanzas universales. Son almas que ayudan y forman seres libres, responsables y conscientes de su existencia eterna. Los sanadores de almas llevan su palabra y la siembran en el campo de la vida, ofrecen su vida para el beneficio de los demás.  Jamás pretenden adquirir beneficios materiales, ellos ya no lo necesitan. Enseñan con su ejemplo y virtud. Trabajan para el universo incansablemente.  El verdadero Sanador de almas, es un ser que trabaja a beneficio de otros seres, llevando su LUZ por donde el camine.  
 
Cuando ustedes vean o perciban a aquellos que se dicen Sanadores de almas y quieren posesionarse de ellas, no es un Sanador es un Vampiro de almas. Se alimenta de ellas y cubierto de un manto engañador, se presentará como un lobo vestido de oveja…
 
Texto: EL SER UNO V – Los Interanos – La Ciudad de Cristal

¿EXISTE ADICCIÓN A LA ESPIRITUALIDAD?



¿EXISTE ADICCIÓN A LA ESPIRITUALIDAD?
Si existe, y es muy fuerte – respondió el hermano Seramita – es exactamente como la pasión y el enamoramiento y veamos por qué: Cuando ustedes descubren una línea filosófica o una creencia nueva se aferran apasionadamente a ella y al igual que un enamorado, tienden a verla perfecta, sin defectos, tanto, que se ilusionan perdidamente creyendo que a través de ella todos sus deseos internos de espiritualidad serán otorgados milagrosamente. 
Creen que al estar apasionados de esa creencia nada de malo les sucederá, se sienten exentos de peligros, enfermedades y sufrimientos terrenales. La pasión por la espiritualidad, les hace sentir inquietudes nuevas, comienzan a ver luces, almas desencarnadas, a tener sueños diferentes, a sentirse vivos y a tener experiencias extraordinarias, que una vida normal y común, no les causaría todas esas emociones juntas.
Cuando se despierta a la “Espiritualidad” palabra que a nosotros – continuó el hermano Interano – no nos gusta mucho usar, ya que es simplemente un despertar de una realidad inconsciente y dormida a una realidad consciente y despierta; este despertar significa para ustedes, colocarse frente al enamorado(a) que es perfecto(a) y que no tiene defectos. Cuando se vive en esas condiciones el “Amor es ciego” entonces están propensos a caer en manos de charlatanes, embaucadores, engañadores y mentirosos. 
La pasión a la “Espiritualidad” no los ayudará a saber escoger y separar, las emociones del verdadero sentimiento que el despertar produce. Así que al estar ciegos no comprenderán el camino real que deberán emprender para que esa “Espiritualidad sea consciente y real”, por esta razón – dijo el hermano Elohim - esta forma de despertar, no la podemos clasificar como cierta o verdadera. Todavía se encuentra en el período de la pasión, significa que en este lapso los fenómenos paranormales y fenomenológicos serán el alimento para las emociones del sentir. 
Conforme pasa el período de la pasión, las emociones se calman y ustedes comienzan a percibir que el enamorado(a) espiritual no era lo que habían idealizado y que lo mágico de los primeros tiempos tiende a desaparecer, comprenden que hay trabajo que realizar y mucho que aprender. Descubren que este camino tiene mucho de trabajo y demasiada consciencia y madures, y que bastante de lo que ustedes creían ver, sentir o percibir era fruto de la fantasía – prosiguió el hermano -  Empiezan a detectar en sí mismos los defectos, sienten que se enferman como cualquier persona, que están propensos a los peligros y que sus sueños tienen significados psicológicos etc. Generalmente la pasión por la “Espiritualidad” empieza a disminuir y a entrar en un sendero  normal de enamoramiento, comprensión, rutina y autenticidad. 
Muchos de ustedes entienden esta relación y continúan valientemente adelante, convirtiendo el enamoramiento espiritual, en una relación estable de amor duradero, haciendo de sus vidas un eterno matrimonio de alma y espíritu. Como toda relación duradera, la espiritualidad se convierte en la pareja estable, ustedes tienen hijos con ella, son los pensamientos maravillosos que nacen de esta unión. Pero otros, decepcionados porque la magia y el milagro no son como habían pensado, romperán este enamoramiento, porque lo único que les interesó fue sentir la pasión del primer momento y cuando descubren que tienen mucho trabajo por delante y que la fantasía no les proporcionó las maravillas extrasensoriales de vida que esperaban, abandonan esa supuesta fe  y van procurando relaciones de creencias nuevas, así que pasan de grupo en grupo, de maestro en maestro de creencia en creencia, buscando alucinadamente  todo aquello que les haga sentir las emociones de la pasión espiritual. 
Estos últimos son los adictos a las sensaciones del sentir – concluyó el hermano Interano - Son viciosos de las emociones y tremendamente inestables al significado real del despertar consciente, estos individuos no responden a la madures interna que el alma demanda para un crecimiento real y un matrimonio espiritual que dure en la eternidad de su existencia…
DIFERENCIAS ENTRE: VICIO Y ADICCIÓN
VICIO... Es todo aquel hábito o práctica que se considera inmoral, depravado o degradante en una sociedad. Con menos frecuencia, la palabra puede referirse también a una falta, a un defecto, a una enfermedad o tan sólo a un mal hábito. Algunos sinónimos de este término son: falta, depravación, exceso, mala costumbre, afición, desviación. El vicio es el antónimo (el opuesto) de la virtud. La siguiente es la lista de algunos vicios que han sido definidos por las culturas occidentales. Algunas de estas palabras nombran comportamientos que podrían considerarse perfectamente aceptables en la actualidad, pero que no fueron bien vistas en el pasado. Hay conductas que pueden considerarse meras características de algunos individuos y que, si bien para algunas personas pueden ser definitorias de rasgos «defectuosos» o «negativos», para otras son incluso aspectos positivos que delinean la riqueza de la personalidad. 
Otras, por el contrario, se refieren a conductas que en el pasado se consideraban socialmente aceptables pero que hoy en día se consideran no sólo negativas e inaceptables, sino que incluso se clasifican como conductas delictivas. Hay aquellas que son comportamientos incluidos por la Iglesia Católica en la lista de los pecados capitales. También hay las que son clasificadas por las ciencias de la salud como enfermedades o por lo menos como problemas de conducta. El psicoanálisis considera algunas de ellas como mecanismos de defensa que, hasta cierto punto, pueden ser un síntoma de salud emocional pero que, por otra parte, pueden contribuir a la aparición de graves problemas emocionales. Por último, están aquéllas que son, para las ciencias sociales, expresión de la llamada «descomposición del tejido social”.
ADICCIÓN... Está representada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y éstos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y/o para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos). A diferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son "dependencias" que traen consigo graves consecuencias en la vida real que deterioran, afectan negativamente, y destruyen relaciones, salud (física y mental), además de la capacidad de funcionar de manera efectiva. 
En la actualidad se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como por ejemplo puede existir, adicción al sexo, al juego (ludopatía), a la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías (tecnofilia), comidas rápidas, etc. En el mismo plano de las adicciones, se encuentra el alcoholismo, fármaco-dependencia y adicción a las sustancias psicoactivas, que es un estado psicofisiológico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco o sustancia, caracterizado por la modificación del comportamiento, a causa de un impulso irreprimible por consumir una droga o sustancia, no obstante esta es la definición puramente bioquímica… (Diccionario de la lengua materna)
Texto: EL SER UNO V – Los Interanos – La Ciudad de Cristal.

¿LAS ORACIONES... AYUDAN?


EL SER UNO - 


¿LAS ORACIONES... AYUDAN?

Podemos decir que las oraciones son energías-pensamientos positivas que las almas encarnadas y desencarnadas reciben de sus seres queridos. Son las buenas vibraciones energéticas y los buenos deseos de todos aquellos que los aman, respetan y admiran. Si es lo contrario, recibirán las malas vibraciones de aquellos que los odian, rechazan, detestan y aborrecen.

Rezar, pedir, implorar, invocar, agradecer, recomendar a los seres queridos o a las almas desencarnadas, son más que todo ritos y costumbres, que las instituciones religiosas les han inculcado a través de los tiempos, con el único propósito de unir e ínter-ligar la realidad material de los seres amados, con la realidad antimateria del desencarnado.

Son relaciones emocionales que atan, ligan y encadenan emocionalmente a las almas encarnadas y desencarnadas.Cuando ustedes rezan por los seres queridos, estén ellos encarnados o desencarnados, solo les están enviando con el pensamiento, deseos de amor, gratitud, nostalgia, pena, tristeza y añoranza. Pero no los están ayudando a elevar, porque para que el hombre eleve, debe pasar por un proceso individual de trabajo personal de vida tras vida, realizado en sus encarnaciones, ya que cada uno de ustedes es responsable, de sus actos, acciones y pensamientos.

El rezo realizado y dirigido a beneficio de otros seres, encarnados o desencarnados, son pensamientos bien intencionados, pero las buenas intenciones no bastan, se necesita concretizar esas buenas intenciones, hacerlas palpables y reales en la vida que cada uno tuvo, cuando estuvo encarnado.

Rezar significa elevar súplicas dirigidas a una divinidad o a un ser digno de culto, es pedirle a esa divinidad por el alma del ser amado o desencarnado. Pero desgraciadamente estas súplicas se convierten en energías-pensamientos bien intencionadas y llegarán a él de la misma forma, porque el único responsable por su alma, es el mismo ser, porque él formó causas y deberá esperar por los efectos. El rezo de terceras personas, no puede purificar, anular, desaparecer y transmutar lo que cada uno asimiló energéticamente y responsablemente en la vida material.

La divinidad al que se le dirigen los rezos, no puede otorgar privilegios basado en que miles de personas están rezando por miles de seres queridos o almas desencarnadas. En la realidad de la materia y antimateria, según las directrices universales, las almas no adquieren a través de esos rezos: privilegios, indultos, inmunidades, monopolios, regalías, concesiones, favores, protecciones, como ustedes lo tienen en la realidad en que viven.

Las Directrices Universales son muy claras y dicen: En el Mundo Material y Antimateria, en la realidad de los Encarnados y Desencarnados, cada uno es responsable por la vida que tuvo, tiene y tendrá y por todo lo que hizo, hace y hará en esas vidas.

Por la falta de conocimiento e ignorancia de no saber el funcionamiento de la energía-pensamiento, la cual está basada en la Directrices Universales y al no conocer el proceso de estas normas cósmicas, ustedes viven y están como están, porque ustedes viven de favoritismos, privilegios, recomendaciones, absoluciones, indultos, inmunidades etc. que los conducen por caminos torcidos.

Encima de todo, las Instituciones Religiosas agravan el problema, porque abusando de la buena fe de sus creyentes, les hacen creer, que haciéndole a sus seres queridos y al alma del desencarnado una ceremonia religiosa, los ayudarán a conducirlos hacia “Dios” y a la salvación eterna. Los adeptos a esas instituciones religiosas creerán sin lugar a dudas, que con los rezos y el pago de dinero en la realización de esa ceremonia, el alma del ser amado y querido será conducida al paraíso, al perdón y a la salvación de su alma.

¡¡Hermanos nuestros, el proceso, elevación, vida y existencia eterna, es responsabilidad de cada uno de ustedes!! Mientras que en el planeta existan seres: incautos, ingenuos, inexpertos y crédulos, las religiones, instituciones y sectas, continuarán enriqueciéndose, aprovechándose de la ignorancia, ingenuidad y de la buena fe del hombre… ciego, sordo y mudo.


EL SER UNO II – Planeta 3.3.3. – Los Guardianes de Tera.

jueves, 21 de marzo de 2013

NO PREDIQUES... SÓLO ALÍNEATE - Lee CarrollFuente




 
Imagínate a ti junto a muchos otros seres humanos, en un pozo de alquitrán, cubiertos de alquitrán de la cabeza a los pies, incapaces de moverse rápidamente de un sitio a otro debido al espesor del alquitrán.
A medida que se desplaza penosamente de un lugar a otro, se va acostumbrando a esta situación y, año tras año, vives tu vida de este modo junto a los demás. Al igual que la gravedad del planeta, el estorbo del alquitrán simplemente se acepta, es una realidad para todos. Este es tu estado imaginado.

De repente, pero de manera callada, se te ofrece un regalo de Dios. Se trata de una herramienta "mágica" que limpia tu cuerpo y lo mantiene limpio ¡aunque sigas en el alquitrán! Como un campo energético, repele el alquitrán a medida que avanzas en él.

Aceptas el regalo y el trabajo que lo acompaña, y empiezas a aprender a usarlo. Cambias lentamente.

Para los demás, estás empezando a destacarte, porque eres diferente; fresco y limpio mientras ellos se mueven a tu alrededor aún en el oscuro alquitrán. Empiezas a darte cuenta de cómo has co-creado esta situación para Ti, pero también te das cuenta de que se trata de un regalo muy personal y por lo tanto no dices nada.

Pero ¿crees que los que te rodean harán caso omiso del cambio mientras andas libremente sin que el alquitrán te toque o impida los pasos a tus 
pies? Verán cómo el alquitrán toca tu cuerpo y nunca lo ensucia. ¿Qué crees que sucederá? ¡Ah! ¡Fíjate!

¡ELLOS están a punto de cambiar! La primera cosa que ocurrirá es que vayas a donde vayas, siempre habrá espacio, porque te abrirán el paso.
La segunda cosa que ocurrirá es que te preguntarán cómo es posible algo así. Y cuando descubran la "herramienta mágica de Dios", cada uno de ellos empezará a usarla por sí mismo y habrá más humanos "limpios"; cada persona estará creando para sí misma personalmente, igual que lo hiciste Tú.

Mientras continúas calladamente tu vida durante un período de tiempo, ¡fíjate en lo que les sucede a los que te rodean!

Más de la mitad de ellos estarán "limpios" y sin el estorbo del alquitrán. Párate y piensa en lo que realmente ha sucedido.

Tú no has predicado sobre tu regalo ni has pedido a ninguna de estas personas que cambie para ti y sin embargo han cambiado. Así es como el resultado de sólo una persona... ¡crea nuevas posibilidades para muchos otros!

Cuando se cambian a ustedes mismos, es el principio del cambio alrededor de ustedes.

Los humanos no pueden quedarse quietos cuando ven paz y amor emanando de ustedes.

Es conciliador y está lleno de amor a la vez.

Como un imán entre otros imanes, tu nueva polaridad tendrá efecto, antes o después, en el alineamiento de todos los que te rodean y tu existencia nunca será igual.
 
Kryon

Cuida tu fábrica



image
Ahora le Hablo a tu MENTE
Le Hablo a tu PENSAMIENTO
Le hablo a tu CONCIENCIA
Le hablo a tu SENTIMIENTO
 
Y te Pregunto en VERDAD
Si en esa Fábrica, que tú TIENES
Se Produce lo MEJOR
Lo Mejor, de lo que de ti VIENE
 
A tu Fábrica me REFIERO
Fábrica de PENSAMIENTOS
Que allí, en tu Cerebro ESTÁ
Analízala, un MOMENTO
 
Y Ve, si  de ella SALEN
Pensamientos  de PRIMERA
Si la Producción es BUENA
O si ésta, es de TERCERA
 
Un Control de CALIDAD
En Verdad debes TENER
Para poder REVISAR
Y así, Errores no COMETER
 
Imagínate NOMÁS
Si lo que sale al MERCADO
Es, producción de PRIMERA
Y con muy Buen ACABADO
 
La demanda, sería MUCHA
Y todo podrías VENDER
Siendo el Producto PERFECTO
Nada, deberías de TEMER
 
A Semejanza de ESTO
Son las Palabras que DICES
No es lo Mismo, BENDECIR
Que cuando a Veces MALDICES
 
Procura, que tus PALABRAS
Esas, que son tus PRODUCTOS
Salgan Perfectas y CLARAS
Que en ellas, nada haya OCULTO
 
Que sean  Palabras SENCILLAS
Que de AMOR Siempre estén LLENAS
Que sean para BENDECIR
Que Alivien Dolores y PENAS
 
Que sean Palabras de AMOR
De Bondad y de ARMONIA
De PAZ y de TRANQUILIDAD
Que Así Sea, día tras DIA
 
Si logras esto mi HERMANO
Tu Fábrica será un TESORO
Tu Cerebro BENDECIDO
Por Mi PADRE, que YO ADORO
Fuente:http://abundanciainfinita.com/abundancia/cuida-tu-fbrica/

miércoles, 20 de marzo de 2013

El trabajo espiritual.




Vivir una vida espiritual significa trabajar y esforzarse. Si una persona no quiere trabajar ni esforzarse, si entiende la vida como una condición en la que puede encontrar el placer y no le incumbe ningún esfuerzo para ser consciente y obrar adecuadamente, si no tiene siempre en cuenta la finalidad última por la cual ha sido creado, tal persona se encuentra lejos del camino espiritual.

Asumir la tarea de investigar la vida y descubrir la verdad supone inquirir sobre la totalidad de la propia vida, significa investigarla completamente hasta el fin, ver, obrar adecuadamente y no limitarse a pensar que es demasiado difícil. Nada es demasiado difícil si se ve la necesidad de hacerlo y queremos hacerlo. La palabra “difícil” nos impide la acción, pero si podemos desechar esta palabra, entonces podremos investigar la verdad y la vida con todos sus complejos problemas.

El trabajo espiritual nunca queda sin resultados. Varias veces al día, aunque sea un momento o unos minutos, se debe tratar de encontrar dentro de uno mismo el punto de equilibrio, el centro divino. Este trabajo espiritual es, muchas veces, la única riqueza que se posee. Para andar el camino espiritual es preciso revisar periódicamente la propia vida. Diariamente, al acostarse es necesario repasar el día transcurrido, pero en otras ocasiones, quizás aprovechando uno o varios días de retiro, es preciso realizar revisiones profundas y amplias en las que uno pueda darse cuenta de sus errores y poder, así, rectificarlos.

Con demasiada frecuencia, a causa de las actividades y de las preocupaciones con las que nos encontramos, nuestra vida tiende a tomar una dirección que nos aleja cada vez más de nuestro deber. Nos olvidamos que permanecemos sobre la Tierra poco tiempo, que tendremos que dejar aquí todas nuestras adquisiciones materiales, así como nuestros títulos y nuestra posición social. Esto todo el mundo lo sabe, pero todo el mundo lo olvida, y nosotros también nos dejamos arrastrar por los ejemplos que vemos a nuestro alrededor. Por eso es indispensable hacer de vez en cuando una pausa para mirar atrás, analizar la dirección que estamos tomando, las actividades en las que nos estamos enredando, y reflexionar para realizar lo que es esencial.

La evolución, que siempre es un proceso individual, es progresiva y requiere trabajo. Una persona no abandona todas sus creencias, sus hábitos y sus costumbres sólo por comprender que hacerlo sería positivo para ella. No, ser consciente y obrar adecuadamente no es fácil, aunque a veces obtenemos victorias parciales. Y es ahí, en metas pequeñas pero accesibles, dónde es preciso actuar, sabiendo que no basta dar pasos que un día terminen por llevarnos hasta la meta, sino que cada paso es una meta, sin dejar por ello de ser un paso.

Se debe comprender la riqueza y la profundidad que se esconden en todas las dificultades. Al obrar no se tiene que hacer lo más fácil, sino lo adecuado. Si sufrimos y estamos tristes queremos que la situación acabe pronto, mientras que si somos felices queremos que dure eternamente. Pero este no es el camino. Cuando experimentamos una sensación agradable pero que no va a aportarnos ningún enriquecimiento interior, debemos disminuir su duración, incluso interrumpirla; y al contrario, cuando es preciso realizar un trabajo, tenemos que tratar de prolongarlo. Tenemos que trabajar en las propias dificultades, ver, comprender y asimilar todo el contenido de conocimiento que se nos ofrece a través de ellas, mientras que los placeres no sirven, frecuentemente, más que para debilitarnos y alejarnos de la verdad y del camino.

La vida espiritual no es toda claridad ni toda tinieblas sino más bien luz y sombras, cualidades y defectos, virtudes y flaquezas. Nuestra vida interior y nuestra voluntad ceden con demasiada frecuencia a las impresiones exteriores y a la propia imaginación, en contra del buen sentido y de la prudencia; con ello no hacemos más que perder la serenidad y el sosiego interior. No combatimos sistemáticamente a la imaginación. Ella tiene su valor e importancia en la vida, pero si se le sueltan las riendas entra en nuestra intimidad como un caballo desbocado.

Debemos saber que depende siempre de nosotros el aceptar una influencia; ni tan siquiera los espíritus del mal tienen poder sobre nosotros si nos cerramos a ellos. Evidentemente, si no tenemos discernimiento, si no sabemos protegernos y tomar precauciones, pueden arrastrarnos hasta el infierno. Ellos saben como deben tentarnos con toda clase de cebos y, si nos doblegamos, si mordemos el anzuelo, entonces caemos en la red. Después, suavemente, nos llevan a nuestra perdición. Dios les ha dado ese poder, pero sólo pueden ejercerlo si somos débiles, si no permanecemos en la luz. Si nos negamos a dejarnos atraer en la dirección a la que quieren conducirnos y nos ponemos bajo la influencia de los espíritus luminosos, entonces nos alejamos de su influencia y dejan de tener ningún poder sobre nosotros.

Tenemos que aprender a valorar las posibilidades de nuestro mundo interno, pues es en nuestro mundo interno en el que estamos continuamente sumergidos. Este mundo nos pertenece, donde quiera que vayamos, lo llevamos con nosotros y podemos contar con él, mientras que el mundo externo siempre nos reserva la tribulación. Si nos damos cuenta que necesitamos andar nuestro verdadero camino es preciso saber que podemos encontrarlo en nosotros mismos. El problema es que no nos conocemos, no sabemos todo lo que poseemos, todos nuestros tesoros, y nuestro conocimiento se pierde irremediablemente en tesituras inertes, sin sentido y de vana erudición. Debemos trabajar para sentir y utilizar todos nuestros recursos.

Son raros los que poseen el conocimiento suficiente para mantenerse firmes, serenos y dueños de sí mismos en su propio mundo interior. Estas pocas personas son conscientes y obran adecuadamente y, por eso, viven la calma en sus mentes y la paz en sus corazones. Quien camina por esta vida disperso, perdido entre lo que hay dentro y lo que hay fuera, no está nunca dentro de sí mismo. Frívolo y superficial, estudia y aprende las costumbres de los famosos de la actualidad, escucha y participa de las habladurías de todos los corros, colecciona chismorreos, analiza, intriga y derriba, si puede, todo cuanto está por encima suyo. Cuando un individuo de estas características quiere entrar dentro de sí retrocede espantado y sale enseguida porque allí ni habita nadie ni hay nada. Es una habitación sin muebles, sin luz, sin comodidad y sin aire. Por eso sale precipitadamente en busca de diversiones y corre tras las apariencias y las sombras de un mundo hecho a su imagen y semejanza. Cuando alguien inferior quiere recogerse dentro de sí mismo se siente prisionero, le falta la respiración, se ahoga y sale de sí en busca de entretenimiento y consuelo. Pero luego tiene que confesar que después de las fiestas, las comidas y los placeres, la vida le parece aún más hueca y vacía, más llena de amargura y oscuridad. Es que el alma entera necesita encontrar su propio camino hacia sí misma.

Qué diferente es contemplar a la persona que dentro de sí misma encuentra todo lo que necesita. No hay nada más hermoso en el mundo que la vida de alguien realmente espiritual. Su corazón es una flor de pétalos tan variados como las virtudes que lo adornan, una flor perfumada por el soplo mismo de Dios que la balancea en un ambiente de libertad y de placer, como si la naturaleza se sintiera transplantada al paraíso terrenal. La sabiduría gobierna sus sentimientos, la inteligencia dirige la imaginación y ordena las impresiones recibidas. Esta es la maravilla de la persona justa y superior. Pero son muy pocas las almas que se dirigen sabiamente, y por eso son tan contadas las que disfrutan de la paz interior. El camino de la espiritualidad, por ser disciplinado y dar un valor adecuado a todas las cosas, siembra en el alma la semilla de la paz. Esta semilla es interior y nace por el orden y el equilibrio entre la mente y el corazón.

Ni la concha adherida a la roca se inquieta por el empuje del mar embravecido ni la hiedra enroscada en el tronco de un árbol se preocupa por el vendaval, aunque ella misma no pueda mantenerse en pie y tienda a arrastrarse por los suelos. Dios es la roca y el roble que sostiene las personas espirituales, pero quien que se aleja de Dios es como el sargazo que, sin raíces profundas, es llevado por los vaivenes de las olas y arrastrado de aquí para allá. El ser dueño de sí mismo no es otra cosa que “ser” conscientemente en todas las circunstancias y desarrollar todos movimientos del alma desde ese punto de luz que llamamos consciencia.

En nuestra vida no puede haber lucha ni contra las fuerzas del mal, ni contra el mundo, ni contra nuestra alma. Todo tiene su razón de ser en esta vida y sólo necesitamos ser conscientes y obrar de forma adecuada a cada situación. Pero para poder obrar en justicia nuestro interior debe ser equilibrio y orden. Y esta paz no la puede dar el mundo.

La espiritualidad consiste en ser consciente y obrar adecuadamente, y esto significa la unión de la totalidad del ser humano con Dios, desde aquello que se pueda llamar lo más interior e íntimo hasta lo más exterior. Es un respirar de Dios, un vivir en Él, con Él y para Él, porque nadie que posea un mínimo de inteligencia creerá que el camino de la espiritualidad consiste en un sistema de formas superficiales, un ceremonial y una justicia exclusivamente legal. Ser espiritual es amar a Dios más que a nuestros padres y hermanos, más que a nuestros bienes, posesiones y que a nosotros mismos; amarle con toda nuestra inteligencia, voluntad y corazón, y que este amor se materialice en las obras adecuadas que toda la Creación espera de nosotros. Todo acto fruto de la consciencia, al ser una exteriorización del amor interior, toma la forma de alguna virtud y acerca nuestra consciencia a Dios.

Vivir espiritualmente significa realizar acciones que son emprendidas por sí mismas, sin ningún otro interés, únicamente porque la consciencia, a través del conocimiento y del discernimiento, indica que son necesarias. También necesita que estas mismas acciones no busquen, ni siquiera indirectamente, el éxito, la ganancia o la utilidad.

Dios no se puede buscar, por la sencilla razón de que no se puede buscar lo que ya se tiene. Nuestro trabajo espiritual consiste en obrar siempre en justicia, y para ello necesitamos que Dios pueda surgir en nuestra consciencia. Una búsqueda de Dios es egoísta por sí misma, nos hace perder el sentido de la vida y todas las inmensas posibilidades que ésta nos ofrece.

Tampoco debemos buscar ni seguir un ideal para llegar a un final feliz, para alcanzar conseguir el objetivo que nos hemos propuesto. Si así lo hacemos el cumplimiento de toda nuestra vida dependerá de que alcancemos el objetivo o no. La búsqueda de algo indica que somos egoístas. Si buscamos algún fin condicionamos nuestras acciones y hace que éstas tengan sentido si conseguimos o no lo que buscamos. La búsqueda de algo nos convierte en unos explotadores. El primer plano lo toma nuestro interés y el segundo plano lo toman nuestras acciones, cuando en verdad, son las acciones que realizamos lo importante. Lo que verdaderamente tiene importancia y valor en nuestra vida son las acciones diarias y éstas no deben efectuarse, en absoluto, por el “objetivo final”. Ese “objetivo final”, si es que tienen alguno, sólo se podrá alcanzar por las acciones de cada día.

La acción que realizamos, aunque sea sencilla y cotidiana, debe llevar en sí misma todo el sentido de nuestra vida, y no la deberemos considerar como un escalón que tenemos que subir, sino que le tenemos que dar todo el valor que tiene un escalón sobre el que podemos edificar toda nuestra vida.

Fuente:http://www.proyectopv.org/1-verdad/teatroespiritual.htm

El teatro espiritual.


               
 
La espiritualidad es tan bella que muchas veces se la desea, como se hace con las virtudes, por el adorno que proporciona. Pero si a la espiritualidad le falta la expresión exterior de la virtud, que todos pueden ver y que tantos admiran, muchos se turban y desesperan, y está claro que con ello pierden la esencia de la misma espiritualidad. En realidad, y es doloroso tener que decirlo pero es así, los seres humanos no tenemos que sorprendernos de vernos, desde el momento en que nacemos, sometidos al ego y llenos de deseos.

En la “normalidad” de nuestra vida cotidiana no nos damos cuenta que la humanidad está enferma, pero por poco que reflexionemos veremos que cabe la posibilidad de vivir de una manera mucho más espiritual. Por desgracia, aunque nada es tan grande y tan noble como la espiritualidad nada es tan ridículo y tan bajo como la idea ignorante que se forman de ella muchos individuos que desean que se les tome por espirituales. La persona espiritual es lazo de unión y de paz en las familias, es amistad eterna y lleva en su interior la luz que ilumina el camino de la vida. La persona que es espiritual ama a Dios y es por completo enemiga de la superficialidad y de la frivolidad.

Hay cosas que parecen y otras que son. Distinguir perfectamente la apariencia de la esencia, la imagen de la moral, no es tarea fácil, pero sí provechosa. ¿Es posible diferenciar la crítica honesta de la vituperación maliciosa, la indignación de la ira, el desdén de la envidia? A estas actitudes las distingue únicamente la textura del alma, porque la acción es siempre mecánica y responde a una fuerza soberana que la anima. Así lo que en un ser humano íntegro es sana indignación, en el mezquino puede ser cólera impotente. Todo se reduce a un juego de intenciones.

Hay quien ofrece un serio espectáculo pretendiendo ser lo que no es. Condenándose a la hipocresía y a la mentira se enajena de sí mismo para entrar en un Universo ficticio, desconectado de su propia realidad y carente de toda consistencia. En el camino de la espiritualidad no es lícita la teatralidad ni la representación. Hay quienes se disfrazan y toman la máscara y las apariencias de la espiritualidad y del conocimiento, consiguiendo con este engaño pasar a los ojos del mundo por personas compasivas y santas. De esta forma descuidan sus deberes fundamentales y levantan un edificio sin cimientos. Pero no siempre hay hipocresía y malicia en estos amaños, pues frecuentemente nacen debido a la falta de inteligencia, a los desequilibrios emocionales y a un exceso de imaginación, todo ello mezclado con un deseo inmoderado de imitar a grandes “santos” o figuras espirituales. No ven estas personas que no es únicamente el hecho lo que verdaderamente importa, sino también el espíritu con que se realiza.

Una de las virtudes más dignas es la humildad. Algunas acciones realizadas por espíritus nobles con fines adecuados serían verdaderas locuras si las hiciéramos personas corrientes y, además, no animadas con el mismo espíritu. Es lamentable que algunos pretendan trazarse un método de vida como si vivieran en determinadas comunidades “religiosas” e imiten en todo a personas muy particulares y con formas de vida muy concretas.

La hipocresía religiosa es una falta muy grave. Este teatro espiritual, aún en aquellos casos en que se manifiesta inconscientemente y más bien con apariencias de mal hábito contraído que con deliberado ánimo de engañar, es algo inapropiado. La hipocresía espiritual es todo lo contrario de la sencillez. La afectación, la beatería ñoña, la tendencia a escandalizarse por cualquier nadería, el disimulo, y todo lo que suponga un formulismo hueco en la práctica de la espiritualidad, es inapropiado. Frente a esta duplicidad toda la severidad e inflexibilidad es poca. Nuestros pensamientos, sentimientos y actos deben ser siempre dignos de un espíritu noble y elevado. Ser una persona espiritual no consiste, ni mucho menos, en torcer el cuello, inclinar la cabeza y caminar afectadamente, sino que se fundamente en ser siempre conscientes y obrar de manera adecuada. Pocas cosas hay que hagan degenerar tanto la nobleza espiritual ni nada que haga tanto daño al camino de la Luz como el taimado disimulo. Las personas que se comportan con hipocresía se pierden en pensamientos maliciosos; para ellos la prudencia consiste en ocultar el propio corazón detrás de las maquinaciones y el pensamiento bajo el velo de las palabras engañosas. Esta es la prudencia que se enseña a los hombres y a las mujeres desde su juventud; se llama cortesía y educación a la perversidad del corazón, y se desprecia a aquellos que la ignoran. La persona espiritual es consciente, atenta y obra siempre de forma adecuada y justa. Pero el mundo deshonra esta sencillez del alma justa, y sus sabios llaman necedad a esta exquisita delicadeza de la virtud.

La hipocresía no puede aliarse con la espiritualidad. Muchos de los que se consideran espirituales poseen una prudencia extremadamente atenta y cuidadosa para las controversias, los honores, los rangos y para atesorar y, en definitiva, actúan movidos por deberes imaginarios, por un celo sofisticado y una cierta “espiritualidad” artificiosa. Bien lejos de ser sencillos, la mayor parte de las personas que se dicen espirituales no son sinceras, sino falsas y disimuladas con su prójimo, con ellas mismas y con Dios. El disimulo y la afectación son vistos como una equivocación por todos los corazones nobles, porque tanto en el interior como en el exterior debe resplandecer en las personas la sinceridad. La espiritualidad debe ser inocente y franca, porque el camino espiritual es recto, de ninguna manera indefinido ni torcido. Por esta falta de franqueza y de naturalidad, por este amaneramiento, muchos que se dicen espirituales inspiran desconfianza, aunque no estén desprovistos de cierta virtud. La inocencia, la franqueza, la rectitud y la lealtad inteligente, en nada se oponen a la prudencia, sin la cual la virtud misma se convierte en vicio y se hace ridícula.

Para que todos nuestros pensamientos, sentimientos y actos estén realizados en Dios y con Dios, es necesario que no prescindamos nunca de la consciencia, del discernimiento, de la razón y del sentido común. Somos seres racionales y hay oscuridad e ignorancia en todo lo que se hace sin cabeza. En el camino espiritual todo es luz e inteligencia. Por eso resulta asombroso ver cómo pueden llamarse “maestros” o “guías” los que ni tan sólo han llegado al primer curso en prudencia y conocimiento puramente humanos.

Todas las cosas grandes tienen su origen en las cosas pequeñas de la misma forma que los granitos de arena forman la enorme extensión de los desiertos. En moral no se concibe la grandeza sin una humildad profundamente sentida. La espiritualidad se alimenta de pequeños actos, y cuanto más profundizamos en la espiritualidad más valor les damos a los pequeños actos y más fácilmente sacamos a la luz el móvil y el objeto verdadero de tales actos.

La espiritualidad no debe estar construida con actos heroicos ni con trabajos de gran envergadura. No se tiene que confundir la más elevada espiritualidad ni con prácticas exteriores ni con ejercicios interiores. La espiritualidad se fundamenta en ser conscientes y en obrar de forma adecuada. Ella hace a todas las personas humildes y pequeñas en los brazos de Dios a la vez que grandes y magnánimas para realizar lo que se debe hacer. Sólo la espiritualidad otorga sencillez y humildad, aunque hayan individuos que se digan a sí mismos espirituales y estén llenos de afectación y de deseos de exhibición.

Saber tratar los caprichos, las acciones y las maneras descorteses del prójimo, la renuncia a nuestras oscuras inclinaciones, la tarea que realizamos para vencer nuestras aversiones, el conocimiento de nuestras imperfecciones, el trabajo constante para mantener nuestra alma en un estado constante de limpieza y el amor hacia nuestra propia equivocación son grandes y bellas virtudes si contemplamos la vida con consciencia y con amor, aunque el hinchado orgullo de la humanidad no lo crea así.

Devoción sí, pero fariseísmo no. La espiritualidad es un asunto de dentro y de fuera, y no se debe que olvidar la importancia que tienen los dos aspectos. Hacer de nuestros actos el objetivo de la vida o hacerlo de nuestra vida interior señala inmadurez espiritual y es un indicio de un excesivo amor propio. Muchos parecen espirituales por la forma exterior que presentan, parecen rebosar humildad y sabiduría, pero en realidad no viven espiritualmente. Cuando el camino espiritual se desequilibra porque se da más importancia a un aspecto que a otro se convierte en una práctica equivocada y puramente humana que es preciso tratar de forma inteligente y firme.

Estas personas aparentemente espirituales ofenden más a Dios con el corazón, con su disposición interior, que con sus obras. Después de haber abandonado ciertas costumbres groseras adquieren otras maliciosamente refinadas con lo que sus diferentes egos se fortalecen en su interior. Empapados de conocimiento erudito aparecen por fuera como modelos de perfección espiritual. Pero suelen ser muy impresionables y muy celosos de su reputación espiritual, de modo que sus impurezas son más intensas que en otras personas que parecen menos espirituales. No es raro que la vanidad y el orgullo espiritual se escondan en el interior de quienes menos sospechamos y en la ceniza que queda de los antiguos egos.

La grandeza se encuentra en ser conscientes y obrar adecuadamente en la humildad de la vida cotidiana. Pero las acciones que se realizan en ella deben tener como fin obrar en justicia, cumplir lo que se debe hacer, sin tener ningún otro motivo egoísta que acompañe a la acción. Si no se obra de una manera limpia la vida se reduce a un absurdo, la podríamos comparar entonces a árboles en flor que no llegan a dar fruto.

En religión, en política y en la apreciación de los valores en cualquier orden, los seres humanos difícilmente respetamos los límites que pone y señala la sabiduría. Nos comportamos como un mal jinete que con dificultades guarda el equilibrio y se mantiene sobre la silla. De la misma manera que rompemos casi todo lo que tocamos y desafinamos en tantas cosas, al recorrer el camino de Dios continuamente hacemos lo mismo. El camino espiritual lo recorremos personas que ignoramos los valores eternos y nos encontramos poco evolucionados. Y, no importa cual sea nuestra categoría o distinción social, las personas poco evolucionadas nos equivocamos continuamente.

En su ignorancia, quienes son ambiciosos sufren en su ansia de perfección absoluta. Pero la perfección no es más que un sueño dorado que no es de esta vida. Debemos usar el discernimiento y comprender la sana filosofía que nos dice que en toda creencia hay siempre de más y de menos, y que no todas las prácticas espirituales convienen a todos. Entre los individuos simples que tienen anhelos de perfeccionamiento existe una glotonería espiritual que multiplica hasta el exceso las prácticas. Esta avidez les impide tener en cuenta que siempre existe una diferencia entre las personas evolucionadas y las que no lo están, y esto hace que no las seleccionen ecuánimemente.

El invitado que asiste a una gran fiesta y ve ante sus ojos la variedad de alimentos y licores, sólo come y bebe lo que cree conveniente, sin criticar lo que comen y beben el resto de convidados ni murmurar sobre la esplendidez de quien los invita. Invitadas todas las almas al banquete espiritual, cada una debe escoger el camino que se ajuste a su forma de ser. Sin murmurar ni criticar lo que hagan otros, sabiendo que si nos entregamos a gran número de prácticas, de devociones y de obligaciones, se amortigua el espíritu de vida, se apaga el ánimo y se cae en una especie de avaricia espiritual en la que se amasa todo con la misma intención de quien se quiere enriquecer pronto. La humanidad no se da cuenta que la perfección no consiste sólo en las acciones que se realizan, sino también en la disposición interior del espíritu. Y es que todos los seres humanos, sin excepción, somos unos niños grandes que tenemos que trabajar para alcanzar la madurez, y sólo se llega a la mayoría de edad espiritual cuando el alma prácticamente ya es toda luz.

Cuanto más se avanza por el camino espiritual menos fórmulas se necesitan, por eso las almas evolucionadas no se apoyan en reglas, normas ni doctrinas, sino que son por completo libres. Y esto parece ser difícil de comprender, sobre todo a quienes a duras penas pueden alcanzar un ápice de luz.

La más elevada práctica espiritual consiste en ser conscientes y en obrar de forma justa y adecuada en todo. Pero el ser humano normalmente necesita de otras prácticas menos perfectas con el fin de prepararse. Aquí es muy necesaria la virtud de la templanza y de la moderación si se quieren evitar los desvaríos, pues puede haber mucha vanidad y vana complacencia en el culto que se tributa a los ejercicios prácticos, a las imágenes y a los objetos. La persona que es verdaderamente espiritual no coloca su devoción, su fe ni su fervor en las cosas visibles ni en las prácticas y no necesita ningún objeto o imagen. Pero hay quienes parecen niños que tienen necesidad de juguetes.

Si un arquitecto se olvidara de la solidez y de la buena distribución de una edificación, y pusiera toda su atención en los adornos que dan belleza a los edificios, podríamos decir, acertadamente, que tal arquitecto se confunde y da más importancia a lo secundario que a lo principal. Nadie puede negar que los arabescos, los estucados y las cornisas tienen su valor, pero también es cierto que estos adornos dañarían más que aprovecharían, por ejemplo, al levantar casas económicas. En los asuntos del espíritu es incalculable el daño que hace la ignorancia del orden de los valores pues, aunque todo lo que existe tiene su valor, debemos aprender a discernir lo esencial de lo secundario y lo mejor de lo bueno.

El plano que no perciben directamente los sentidos comunes y el mundo que normalmente se percibe brotan de la misma fuente, y en vez de enfrentarlos pensando en que algo es material o es espiritual es preferible pensar que todo proviene de Dios, que todo es Dios y que vivimos en Él, aunque debamos ordenar todas las cosas según su valor e importancia. La filosofía, la historia, los noticieros, la política, la economía, la bolsa, las nobles rivalidades entre pueblos, la vida social, la radio, la televisión, el cine, el teatro, los deportes, etc. no son cosas de las cuales una persona espiritual deba apartar siempre los ojos con horror y con asco. El iniciado en el camino sabe que la espiritualidad más elevada consiste en ser plenamente consciente y obrar adecuadamente en todas las circunstancias de la vida, y que el marco personal en el que se desenvuelve no es más que el escenario que le brinda la oportunidad de aprender a ser espiritual.

Los seres humanos podemos bien poco por nosotros mismos. Cuando tiramos una piedra sólo alcanza ésta unos pocos metros y al momento cae al suelo, donde antes estaba esperando que alguien la pisara. Pero si es la mano de Dios, la misma que esparce las estrellas por el firmamento, la que tira la piedra, ya no hay quien la haga caer ni la desvíe de su órbita. De la misma manera, cuando la gracia divina se derrama sobre una persona, llenándola gratuitamente con dones naturales y sobrenaturales, con consuelos y con caricias, no sólo la reviste de luz y de claridad sino que la enciende con un fuego purificador y la baña de consuelo, de paz y de belleza. La empuja a amar y a hacer el bien. Dios mismo la impulsa y se vale de ella como instrumento para aplastar la maldad con la fuerza del bien.

En este profundo estado de amor y de conocimiento, el ser humano es feliz y hace felices a cuantos le rodean. Es un apoyo seguro para los que vacilan en sus caminos inciertos, es luz para los que caminan en las sombras de la ignorancia y de la duda y es fundamento para los que caminan por el sendero de la espiritualidad.

Es un espectáculo bellísimo ver a una persona espiritualmente desarrollada. La conversación y el trato con ella no cansa nunca, al contrario, produce gozo y alegría. Dueña de su espíritu y de su voluntad, se mueve en una atmósfera de serenidad contra la que nada pueden hacer las necesidades físicas. Su consciencia se baña por completo en un océano de luz divina, su voluntad está definitivamente orientada hacia la bondad absoluta, su corazón se mueve por un solo amor y todo su ser se goza en Dios, en una paz tan completa que ya no puede vivirse nada mejor. Cuando se ha gustado una vez este bienestar interior todo otro placer se ensombrece, se vuelve pequeño y de ningún valor.

Pero por sublime que sea la imagen que presenta una persona espiritual esparciendo a su alrededor la felicidad interior que le inunda, es más hermoso verla luchando a brazo partido contra la adversidad que le asedia por todas partes. La vida de estas personas también está llena de trabajos, de dificultades y de tentaciones. Las contradicciones, las tristezas y las responsabilidades, también decoran la vida de estas sublimes personas. Pero el consuelo de la sabiduría les da aliento y dulzura.